La leche materna es el mejor alimento para los bebés en sus primeros meses de vida, pero no siempre se puede dar el pecho. Para aquellos padres preocupados por algunos de los beneficios que se pierden al dar el biberón, como la creación del vínculo, existen diversos consejos para hacerlo de forma más parecida a la lactancia materna.
Beneficios emocionales de la lactancia materna
La leche materna es la más beneficiosa a nivel nutritivo para el bebé, ya que le ofrece todos los nutrientes, factores de crecimiento, anticuerpos… que necesita. Pero no solo ofrece beneficios para su salud, también está demostrado que la leche materna fortalece el vínculo madre-hijo, aumenta su seguridad y desarrollo emocional, mejora su inteligencia… al suponer un contacto estrecho y especial con el bebé, así como de tranquilidad y confianza.
Cómo incorporar elementos de dar el pecho a las tomas de biberón
– No le des el biberón sentado en cualquier sitio o de cualquier modo. Acomódate en el sofá, ponte cómodo, abrázalo y mantente cerca de él para que pueda notar tu calor, oler tu aroma y escuchar tu corazón. Así el niño disfrutará igualmente de un momento de tranquilidad y placer y estará más feliz y relajado.
– La alimentación debe ser a demanda, aunque sea con biberón. Así que olvídate de horarios y de relojes, debes darle de comer cada vez que lo pida, hayan pasado dos horas o tres. Déjalo cuando ya no quiera más, no le fuerces.
– A mitad de la toma, cámbiale de lado para que sus sentidos tengan un mejor desarrollo al cambiar de perspectiva y de vistas.
– Intenta que el biberón se lo dé un grupo reducido de personas, si es posible, solo dos.
¿Y si quiero darle lactancia mixta? Método Kassing
Muchas madres que amamantan a sus hijos se ven en la obligación de comenzar a alimentarlos con biberón, ya sea con leche materna previamente extraída o con fórmula adaptada, pero quieren seguir dándoles el pecho. Pero si el bebé es muy pequeño, puede no querer seguir mamando del pecho al probar el biberón ya que es mucho más complicado extraer la leche del pecho materno que hacerlo del biberón. Con el biberón, el flujo es mayor y gracias a la gravedad, la leche cae en la boca del niño succione o no; solo tiene que tragar, aunque depende del tipo de biberón ya que algunos otorgan un flujo controlado similar a la leche materna, que es lo que justo buscamos.
Para evitar que la lactancia con biberón interfiera en la lactancia materna, puedes probar el método Kassing. Dee Kassing es una asesora de lactancia estadounidense que creó un método de alimentación con biberón por el que descubrió que los bebés que eran alimentados de esta forma no se confundían y no “olvidaban” cómo mamar a pesar de estar siendo, o haber sido, alimentados con biberón, por lo que sirve también para aquellos casos en los que, por algún motivo de salud, la mujer debe dejar de darle el pecho al bebé un tiempo, pero luego quiere seguir haciéndolo.
En este método, el bebé, en lugar de esperar a que caiga la leche del biberón, debe “esforzarse” para succionar de forma similar a como lo hace con el pecho. Así, se busca que el peque tarde unos 20 minutos en acabarse un biberón, que es lo que suele tardar de media en mamar de los dos pechos (aunque evidentemente puede ser más o menos tiempo según la edad del bebé, su hambre, etc.).
¿Cómo llevar a cabo el método Kassing?
– Utiliza preferiblemente biberones rectos en lugar de los curvos o con ángulo ya que en estos últimos la leche cae más fácilmente. Así le obligarás a succionar.
– Elige tetinas redondas. Varios estudios han demostrado que la forma de succionar las tetinas redondas es la más parecida a la forma de succionar el pezón.
– La tetina debe ser de flujo lento. Si tiene un flujo medio, aunque el biberón esté en posición horizontal, la leche saldrá más fácilmente. Igualmente, el agujero no debe ser muy grande.
– Opta por tetinas suaves, lo más parecidas al pezón materno. Las tetinas de silicona suelen ser más suaves que las de látex.
– Cuando tengas el biberón listo, coloca al niño en tu regazo incorporado formando un ángulo de 90 grados. Con una mano, sujétale la cabeza y, con la otra, dale le biberón. La barbilla debe estar alineada con el cuello, si eleva el mentón, podría atragantarse. El biberón debe estar siempre en posición horizontal para que la gravedad no ayude a que la leche caiga más fácilmente. Recuerda que buscamos que el pequeño tenga que “trabajar”.
– Antes de introducir la tetina en la boca del bebé, estimula el reflejo de búsqueda tocando con la punta de la tetina sus mejillas, su nariz y sus labios, especialmente el inferior. Espera a que abra la boca e introduce la tetina suavemente. Una vez que toda la tetina está dentro de su boca, coloca el biberón en posición horizontal teniendo cuidado de mantener la tetina siempre llena de leche para que no le entre aire.
– Mantén la tetina entera dentro de la boca para que el bebé tenga que presionar con la lengua para extraer la leche de forma parecida a como lo haría al extrae la leche del pecho.
Siguiendo este método, el bebé controla la succión y la cantidad de leche que ingiere, algo esencial para evitar de mayor problemas como la obesidad ya que los estudios muestran que, con el biberón se corre el riesgo de sobrealimentarle si se le “obliga” a comer más de lo que necesita.
Asimismo, con el método Kassing el niño apenas traga aire, por lo que no será necesario parar para que eructe durante la toma.
Fuentes:
Belfort MB, Rifas-Shiman SL, Kleinman KP, et al. Infant Breastfeeding Duration and Mid-Childhood Executive Function, Behavior, and Social-Emotional Development. J Dev Behav Pediatr. 2016;37(1):43-52. doi:10.1097/DBP.0000000000000237