El chupete es, sin duda, un instrumento muy útil que puede ayudarnos muchas veces a calmar y dormir al bebé. Existen tanto ventajas como inconvenientes respecto al uso del chupete, por lo que lo mejor es conocerlos y saber cuándo es conveniente empezar a usarlo y cuándo se debe dejar de usar para minimizar los riesgos y aprovechar sus beneficios.
Ventajas del chupete
- Ayuda a calmar y dormir al bebé. La succión es un reflejo innato del recién nacido que le ayuda a calmarse y lo reconforta. Por eso, los bebés se calman al pecho, no solo porque tengan hambre, sino porque esa succión les proporciona tranquilidad. Pero como no puedes estar todo el día con el bebé colgado de tu pecho, una solución es ofrecerle un chupete para que pueda realizar esa succión. Por eso, el chupete, bien llamado pacifier en inglés, es muy útil para tranquilizar al peque cuando está nervioso, cuando llora sin motivo aparente, cuando tiene cólicos o incluso para ayudarle a relajarse para dormir.
Así, el chupete también ayuda al bebé a conciliar el sueño y a dormirse solo cuando se despierta en medio de la noche. Solo necesita coger su chupete y ponérselo, no le hace falta llamar a sus papás (o al menos, no siempre).
- Reduce el riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL). Según diversos estudios de pediatría (1), el chupete estimula el desarrollo de los caminos neuronales que controlan la potencia de las vías respiratorias superiores, pudiendo reducir hasta un 90% el riesgo de muerte súbita en los bebés. Es especialmente recomendable en bebés alimentados exclusivamente con lactancia artificial, ya que presentan otras características que pueden aumentar el riesgo del SMSL.
Además, el uso del chupete al bebé a permanecer más tiempo boca arriba, tal y como recomiendan los pediatras para evitar el SMSL.
- Reduce el riesgo de caries. El uso del chupete reduce la dependencia del bebé al biberón, evitando la toma prolongada de líquidos, especialmente por la noche, reduciendo el riesgo de desarrollar la llamada “caries del biberón”.
- Ofrece una distracción temporal: pueden ser útiles durante las inyecciones de las vacunas, análisis de sangre u otros procedimientos médicos.
- Ayuda a aliviar las molestias durante el vuelo: los bebés no pueden regular por voluntad propia los cambios de presión del aire tragando saliva o bostezando, por lo que el chupete puede ayudarles a evitar estos cambios de presión que pueden ser muy molestos al despegar o aterrizar en un avión.
Inconvenientes del chupete
- Puede interferir con la lactancia materna: la succión del chupete es diferente a la del pezón, por lo que el uso de chupete podría dificultar el aprendizaje de la técnica de la lactancia materna en los primeros días de vida. Por eso, no se aconseja ofrecer el chupete al bebé hasta las 3 o 4 semanas de vida, cuando el bebé ya haya establecido correctamente la lactancia materna.
- Puede afectar al crecimiento maxilar. El uso continuado y pasados los 18 meses del chupete puede causar comprensión del maxilar, deformaciones del paladar, incluso maloclusiones dentarias permanentes y protrusión de los dientes anteriores si su uso se prolonga mucho tiempo. Por eso, es conveniente usar chupetes ortodónticos y quitar el chupete antes de los 2 años.
- Aumenta el riesgo de otitis media. La succión constante aumenta la producción saliva, medio de transmisión de microorganismos y, por lo tanto, de infecciones. Además, puede alterar el funcionamiento de la trompa de Eustaquio, que protege la cavidad del oído medio del reflujo de secreciones.
- Candidiasis oral persistente: la candidiasis es una infección causada por el hongo candida albicans que puede contraerse, entre otros motivos, al chupar objetos contaminados, como el chupete. Por eso, hay que lavarlo a diario y cambiarlo cada 2 meses.
- Problemas en el habla: el uso continuado del chupete, como veíamos, puede afectar al desarrollo de la cavidad oral, lo que puede afectar al desarrollo del habla y de ciertos sonidos.
Entonces, ¿le doy o no chupete al bebé?
La decisión final depende de los padres y, por supuesto, del bebé. Hay bebés que no cogen el chupete de ninguna forma y, por mucho que se lo ofrezcas, no le gusta y lo escupe. En este caso, no debes obligarle ni forzarle. La decisión la toma él.
Pero si tu bebé es muy nervioso, llora a menudo, duerme mal y le encanta estar cogido al pecho y ves que le gusta el chupete, puede ser muy útil y ayudarte en muchas ocasiones, así que no hay problema en dárselo. Eso sí, evita las 3 o 4 primeras semana de vida para que no interfiera con la lactancia materna y no dejes que lo use pasados los 2 años.
Fuentes:
1 Fern R. Hauck, Olanrewaju O. Omojokun, Mir S. Siadaty. Do Pacifiers Reduce the Risk of Sudden Infant Death Syndrome? A Meta-analysis. American Academy of Pediatrics. https://doi.org/10.1542/peds.2004-2631
M.J. Lozano de la Torre, C.R. Pallás Alonso, M.T. Hernández Aguilar, J. Aguayo Maldonado, J. Arena Ansótegui, S. Ares Segura, A. Gómez Papí, M. Díaz Gómez, A. Jiménez Moya, L. Landa Rivera, J.J. Lasarte Velillas, J. Martín-Calama Valero, M. Martín Morales, J.M. Paricio Talayero, M.D. Romero Escós. Uso del chupete y lactancia materna. Anales de Pediatría. DOI: 10.1016/j.anpedi.2010.09.014