La higiene del recién nacido es fundamental para evitar infecciones y otros problemas de salud. En estas primeras semanas de vida del peque, deberéis aprender a bañarlo, cuidar el cordón umbilical hasta que se caiga, cortarle las uñas, etc. Con unos cuantos consejos, seguro que es más sencillo.
El baño del bebé
El primer baño del neonato no se debe producir hasta pasadas 24 horas del parto por diversos motivos:
- mantener la vérnix caseosa, esa sustancia blanca y cerosa que recubre la piel del bebé antes del nacimiento. La vérnix actúa como hidratante natural y tiene propiedades antibacterianas, por lo que no se debe retirar nada más nacer.
- potenciar el piel con piel con la mamá y la lactancia materna en las primeras horas, que son clave para establecer ambos vínculos.
- ayudar al bebé a regular su temperatura corporal.
- evitar una hipoglucemia.
Pasadas estas 24 horas, ya se le puede bañar. Este primer baño puede ser de inmersión o solo con una esponja. Algunos expertos recomiendan esperar a que se caiga el cordón umbilical para los baños de inmersión, pero no hay problema siempre que luego se seque correctamente.
En cuanto a la periodicidad del baño, se aconseja el baño diario antes de la cena para ir creando una rutina que favorezca el sueño del bebé, pero realmente no hace falta bañarlo todos los días ya que apenas se ensucia. Basta con hacerlo 4 veces por semana y el resto de los días mantener una buena higiene de la zona íntima. La decisión depende de vosotros.
A la hora de bañarle en la bañera, debes seguir los siguientes consejos:
- Antes de desnudar al niño, prepara todo lo necesario y déjalo a mano: jabón, esponja natural, toalla, pañal, ropa limpia, crema hidratante, etc.
- Prepara el agua antes de introducir al pequeño, la temperatura ideal del agua son unos 36-38º C. Hay que comprobar la temperatura del agua antes de meter al niño, sumergiendo el codo o el dorso de la mano o empleando un termómetro de agua. No lo desnudes hasta que el agua no esté lista para que no coja frío. La temperatura del baño o habitación debe estar entre 22 y 24 º C, evitando las corrientes de aire.
- Llena la bañera unos 15 cm y, cuando esté lista, desnuda al bebé y mételo poco a poco hablándole con voz suave y tranquilizadora para quitarle el miedo, sujetándolo firmemente. La mejor postura es manteniendo tu brazo izquierdo en su espalda y agarrando con tu mano su bracito izquierdo, de manera que el niño apoye su cabeza en tu antebrazo. Así, la otra mano queda libre para lavarlo.
- Empieza el aseo desde las zonas más pulcras a las más sucias, para que la esponja y el agua permanezcan más tiempo limpias. El orden aconsejado es cabeza, cuello y pecho, brazos, espalda, piernas y zona del pañal lo último. El pelo basta con lavarlo con jabón una vez a la semana. Frota bien entre los pliegues de piel. Usa un jabón con pH neutro, con poca cantidad. Enjabona bien y luego aclara.
- La cara no hace falta lavársela con una esponja ni jabón, puedes hacerlo al acabar con gasas estériles y solución salina o suero fisiológico para los ojitos y alrededor de las orejas, nunca los oídos.
- Estos primeros baños no deben ser muy largos, con 10 minutos es suficiente.
- Sácalo y colócalo encima de la toalla. Sécalo bien, con especial cuidado entre los pliegues. Después, aplícale la crema o aceite hidratante por todo el cuerpo. Ponle el pañal y vístelo. ¡Listo!
¿Cómo cuidar el cordón umbilical del bebé?
La limpieza del cordón umbilical debe realizarse desde el primer día de vida y de forma diaria para evitar una infección. En los países con buenas condiciones higiénicas, como el nuestro, no es necesario el empleo de alcohol u otras soluciones antisépticas a no ser que lo aconseje el profesional de pediatría.
Para la cura del cordón, que se debe hacer a diario, normalmente en el baño, debes seguir los siguientes pasos:
- Lavarse bien las manos.
- Limpiar la zona del cordón con agua y jabón.
- Secarlo dando ligeros toquecitos, sin frotar.
- Colocar una gasa limpia alrededor para ayudar a que se seque. Esta gasa se debe cambiar en cada cambio de pañal o antes si se moja con la orina o las heces.
- El cordón solo se debe mojar una vez al día, el resto del tiempo debe permanecer seco.
- Mantén el cordón fuera del pañal y en contacto con el aire para facilitar la cicatrización. Si fuera necesario, dobla la parte superior del pañal hacia abajo.
- Si tu médico te lo indica, puedes aplicar tras el baño un poco de alcohol del 70º o clorhexidina.
Lo habitual es que el cordón se desprenda entre los 7 y los 15 días de vida.
Hay que estar pendiente de los signos de una infección que son enrojecimiento o inflamación de la zona del ombligo, secreción amarillenta o de pus, sangrado, mal olor, fiebre.
¿Cuándo se pueden cortar las uñas de los recién nacidos?
Normalmente, los bebés nacen con las uñas muy largas y, en muchas ocasiones, con la piel adherida a la punta de la uña, lo que puede hacer difícil cortarla sin hacer una herida al bebé. Además, suelen ser más blandas, por lo que es complicado cortarlas y se aconseja retrasar el primer corte a los 15 o 20 días de vida.
Mientras, si las tiene muy largas o irregulares y se araña la carita, se puede emplear una lima fina de uñas o desprender la punta que sobra, con mucho cuidado, tras el baño.
Pasados esos 20 días, se deben cortar con una tijera pequeña de punta roma. El corte siempre debe ser recto y sin dejar picos en las esquinas que puedan provocar arañazos o que se claven en la piel del dedo.
Después, se cortarán en cuanto se vean un poco largas, lo que puede ser con más o menos frecuencia dependiendo del bebé.
Si quieres saber más, te invitamos a ver el vídeo de nuestra matrona colaboradora Carla Quintana sobre los primeros cuidados del recién nacido:
Fuentes:
Ajram, Dr. Jamil, Tarés, Dra. Rosa María (2005), El primer año de tu hijo, Barcelona, Ed. Planeta.
Asociación Española de Pediatría, blog EnFamilia: https://enfamilia.aeped.es/edades-etapas/aseo-en-recien-nacido