La estimulación temprana es fundamental para ayudar al desarrollo físico y cognitivo del bebé y conseguir que aproveche al máximo sus capacidades. Descubre algunos juegos de estimulación para niños en su primer trimestre de vida.
¿Por qué debemos estimular a los bebés desde el principio?
Durante los primeros años de vida se crean miles de conexiones neuronales nuevas en el cerebro del bebé y, cuantas más se creen, más capacidad tendrá el pequeño de mayor. Para ayudar a crear esas conexiones es necesario estimular al bebé y proporcionarles nuevas y diversas experiencias.
Por eso, la estimulación temprana es fundamental para alcanzar el máximo potencial de cada niño y mejorar su desarrollo motriz, cognitivo, social y emocional. También le ayuda a desarrollar su independencia y autonomía.
Además, la estimulación potencia el vínculo con tu hijo y os permite pasar un tiempo juntos divertido y de calidad.
Ejercicios de estimulación para bebés de 0 a 3 meses
La estimulación puede llevarse a cabo desde el primer día de vida ya que todo lo que hacéis con él, desde abrazarlo hasta cantarle una nana, estimula y potencia sus sentidos y su cerebro. Por eso, son muchos los ejercicios de estimulación que se pueden hacer con bebés de esta edad:
- Coge uno a uno los dedos de las manos y de los pies de tu peque y juega con ellos para que sea consciente de la presencia de sus extremidades.
- Realízale masajes por todo el cuerpo, puedes usar la crema hidratante para ayudarte.
- Tumbado boca arriba sobre una superficie firme, coge las plantas de sus pies y dóblalas hasta llevar las rodillas a su pecho. Repite varias veces.
- Coloca un móvil o juguete de colores llamativos a unos 30 cm de sus ojos y muévelo de un lado para otro para que lo siga con su cabeza, estimulando su vista.
- Tumbado boca arriba, coge sus manitas y haz círculos suaves con sus brazos.
- Tumbado boca abajo, extiende sus brazos y estimúlale a levantar la cabeza acariciándole la espalda.
- Boca arriba, levántale suavemente sujetándole las manos hasta conseguir que se siente.
- Ponle música clásica u otro tipo de música suave y tranquila y cántale.
- Abrázale, sonríele y háblale mucho.
- Cógele mirando hacia fuera para que pueda ver el mundo que le rodea y explícale lo que vais viendo.
- Coloca al bebé verticalmente contra tu pecho e intenta que te mire hablándole, cantándole, haciendo ruidos… para que trabaje la musculatura del cuello y el control de la cabeza.
- Intenta que abra y cierre las manitas. Si tiene la mano abierta, coloca un dedo en su palma para que la cierre con fuerza sobre él. Si la tiene cerrada, recorre su dedo meñique hasta la muñeca para que la abra.
- Cuando esté cerca de los 3 meses, puedes empezar a estimular el volteo colocando una toalla debajo de él y tirando suavemente para que se gire. Otra opción es colocarle boca arriba e intentar que alcance un juguete ayudándole flexionando una pierna para que gire la cadera.
Consejos para la estimulación
- Elige un momento del día en que no tenga hambre, sueño ni esté cansado. Si empiezas la estimulación y llora o ves que no tiene ganas, para inmediatamente. Tiene que ser un momento de relajación y aprendizaje, no de sufrimiento.
- Realiza siempre ejercicios adecuados para su edad y su madurez y desarrollo. No le obligues a hacer cosas para las que todavía no está preparado ya que puede ser perjudicial.
- Si un juego no le gusta o le cansa, no lo repitas. Haz solo aquellos con los que se sienta a gusto y feliz.
- Motívale con sus gestos, palabras, caricias y abrazos. Felicítale al acabar.
- No es aconsejable sobreestimularle. Comienza por sesiones de 5 minutos y ve aumentando hasta 10 o 15 minutos, pero nunca mucho más de ese tiempo.
- Lo ideal es hacer estas actividades a diario, pero intenta al menos 3 o 4 veces por semana.
Fuentes:
Mahé, Véronique (2008), Los 100 primeros días del bebé, Barcelona, Robin Book.
Fodor, Elizabeth; Morán, Montserrat (2009), Todo un mundo de sonrisas, Madrid, Ed. Pirámide.