Por más que abrigues a tu bebé, sus manos y pies siempre están fríos… ¿A qué se debe esto? ¿Tiene problemas de circulación? ¿Está enfermo?
¿Por qué mi bebé tiene siempre los pies y las manos fríos?
Tu peque acaba de nacer y te preocupa que esté cómodo y a gusto y, por más que le abrigas, siempre le notas los pies y las manos fríos, lo que te preocupa por si indica que algo no va bien…
De hecho, algunos recién nacidos tienen tan poca sangre fluyendo por sus manos y pies que se ven azules. Esta afección se llama acrocianosis, es muy habitual al nacer y desaparece solo en unas horas o días.
No te preocupes, la mayoría de los recién nacidos y bebés en sus primeros meses de vida tienen siempre los pies y las manos fríos y eso no significa que estén pasando frío o que haya que abrigarles más. Al contrario, es un proceso normal por el que pasan todos los peques debido a que su sistema circulatorio no ha madurado del todo y su corazón no tiene fuerza para abastecer a todo el cuerpo, por lo que la sangre no llega igual de bien a las manos y los pies. El riego sanguíneo fluye primero hacia las zonas más importantes, como los pulmones o el cerebro, y deja las zonas más alejadas.
El corazón se encarga también de transportar calor y, como la sangre no llega bien a los pies y las manos, estos están más fríos, aunque el peque está a gusto y calentito.
Básicamente, la temperatura central de un bebé es más cálida que la de un adulto, pero todavía no son capaces de regular su temperatura rápidamente si hay un cambio externo, lo que se traduce en un cuerpo caliente y manos y pies fríos.
Por eso, para saber si un bebé tiene frío, debes tocar su espalda y cuello, no sus manos y sus pies. Si los notas fríos, debes abrigarle más, pero, si está calentito, no le pongas más capas por muy fríos que tenga los pies y las manos ya que no es bueno sobreabrigar al bebé.
Asimismo, su baja temperatura en las extremidades se debe también a la baja actividad metabólica del bebé ya que durante estas primeras semanas lo único que hace es comer, dormir y estar tumbado en brazos de sus papás o en el carrito. Por eso, no gasta energía y no produce tanto calor como un bebé mayor que ya gatea, anda o corre.
Los bebés se pasan todo el día comiendo y el trabajo de digerir la comida implica que una mayor parte del flujo sanguíneo de un bebé se envía al estómago en lugar de otras partes del cuerpo menos importantes como los pies, por eso estos están más fríos.
Y también es posible que notes sus pies incluso más fríos de lo que realmente están ya que tus manos están más calientes, por lo que notas más contaste.
¿Puede ser síntoma de alguna enfermedad?
No obstante, aunque tener los pies y las manos fríos en los primeros meses de vida del peque es habitual, también es cierto que puede ser síntoma de algo más serio si se acompaña de otros síntomas como labios azulados o cianóticos, manchas azuladas por el cuerpo… En este caso, puede que no se esté oxigenando adecuadamente y debes acudir de inmediato a urgencias para comprobar que no hay ningún problema grave con su sistema circulatorio.
También puede ser un síntoma de fiebre ya que, cuando los peques tienen fiebre, su cabeza y tronco está muy caliente, pero sus manos y pies se ponen fríos. En este caso, la temperatura corporal del bebé si le pones el termómetro debe estar por encima de 38º C y presentar otros síntomas que indiquen enfermedad, como inapetencia, somnolencia, irritabilidad, llanto constante, rosto con rubicundez, tos, congestión nasal, dolor de oído…
¿Qué debes hacer si tu bebé tiene los pies fríos?
1- Comprueba si realmente está más frío tocando su espalda y cuello. Si está cálido y rosado, no hace falta que le abrigues más. Pero si están un poco fríos, ponle otra capa de ropa, unos calcetines o una mantita.
2- Comprueba también la temperatura de casa por si hace mucho frío en el cuarto en el que está el peque.
3- Si no tienes claro si está enfermo o no, ponle el termómetro para comprobar su temperatura corporal y ver si tiene fiebre o no.
4- Observa su cuerpo en busca de señales de que algo le está pasando. Si todo está bien, no tiene manchas azuladas o rojizas ni síntomas de enfermedad, tranquil@. Déjale tranquilo y recuerda que es normal que tenga los pies y las manos fríos durante varios meses.
Fuente:
Stoppard, Dra. Miriam (2006), Padres primerizos, Barcelona, Pearson.