El sol es fuente de vida y es importante estar en contacto con el sol; sin embargo, este contacto debe darse siempre con protección, sobre todo en bebés, con una piel más sensible y propensa a quemaduras y daños. Descubre cómo proteger a tu peque del sol este verano.
¿Por qué es importante proteger a tu bebé del sol?
La piel de los bebés es mucho más delgada y sensible que la de los adultos. Además, la piel de los niños posee menos melanina, el pigmento que protege contra los rayos ultravioleta del sol. Esto la hace más susceptible a las quemaduras solares, incluso con exposiciones breves al sol. Más de 10 minutos de exposición directa bajo los fuertes rayos solares de las horas centrales del día ya es suficiente tiempo para causar daño a un recién nacido.
Asimismo, las quemaduras solares en la infancia pueden ser extremadamente dolorosas y pueden aumentar el riesgo de desarrollar problemas de piel más adelante, incluyendo cáncer de piel. De hecho, las quemaduras solares repetidas durante la niñez están asociadas con un mayor riesgo de melanoma en la edad adulta. Y es que la piel tiene memoria y todos los daños que sufre se acumulan, aumentando el riesgo de cáncer de piel y envejecimiento prematuro en la edad adulta.
Por otra parte, el calor excesivo también puede causar otros problemas de salud al bebé como deshidratación o golpe de calor, más frecuentes en niños pequeños debido a su mayor superficie corporal en relación con su peso y su incapacidad para regular eficientemente la temperatura corporal.
Por último, la exposición a la radiación ultravioleta (UV) también puede dañar los ojos del bebé, menos capaces de filtrar la radiación UV, lo que los hace más vulnerables a daños más adelante en la vida, como cataratas y otros problemas oculares.
Guía para proteger a tu bebé del sol este verano
1- Usa un protector solar de amplio espectro que ofrezca protección contra los rayos UVA y UVB. Elige un factor de protección solar (FPS) de 50+ asegurándose de que sea adecuado para la piel delicada del bebé. Los protectores solares minerales/físicos con óxido de zinc o dióxido de titanio son los más recomendados para los bebés. Los protectores físicos actúan reflejando los rayos UV (ultravioleta) para que no penetren en la piel.
2– Aplica la crema 20 minutos antes de la exposición al sol para que se absorba y haya hecho efecto cuando el niño esté bajo los rayos solares.
3- La crema debe reaplicarse cada 2 horas aproximadamente o después del baño o de haber sudado mucho. Aunque sea una crema resistente al agua es mejor reaplicar para asegurar la protección.
4- No te olvides de aplicar crema en las zonas más olvidadas, como las orejas, la parte posterior del cuello o los pies.
5- Evita la exposición directa a sol, sobre todo en las horas centrales del día (de 11 a 17 horas), donde los rayos inciden más y pueden causar más daño. Busca áreas de sombra y lleva siempre una sombrilla a la playa con un tejido que proteja del sol.
6- Viste a tu peque con ropa que tenga protección UVA y UVB como camisetas de manga larga, pantalón y sombreros de ala ancha, así como gafas de sol que bloqueen el 100% de los rayos UV. La ropa debe ser ligera y transpirable.
7- Aplica la crema también en los días nublados ya que los rayos atraviesan las nubes.
8- No se aconseja echar crema fotoprotectora a los bebés menores de 6 meses, ni tampoco exponerlos al sol o llevarlos a la playa, al menos en las horas centrales del día.
9- Asegúrate de que el bebé está bien hidratado, ofreciendo líquidos regularmente (leche materna o de fórmula en lactantes, agua en bebés que ya toman otros alimentos). Vigila signos de deshidratación como boca seca, llanto sin lágrimas y pañales menos mojados de lo habitual.
10- Inspecciona regularmente la piel del bebé para detectar signos de quemaduras solares, como enrojecimiento o sensibilidad. Ante cualquier quemadura o daño, pregunta a su pediatra.
11- Asegúrate de que el bebé esté en un ambiente seguro y fresco, especialmente durante actividades al aire libre.
12- Báñale con agua tibia tras la exposición al sol, ya que, si le has metido en la piscina o en la playa, eliminarás restos de cloro o sal que pueden dañar su piel.
13- Elige cremas solares libres de ciertas sustancias que pueden ser disruptores endocrinos, como benzofenonas (BP), homosalato, octisalato, etc.
Fuentes:
Skin Cancer Foundation. (n.d.). Children and Sun Protection. https://www.skincancer.org/
American Academy of Pediatrics. (2020). Sun Safety and Protection Tips.
Blog EnFamilia de la AEP: «Cuidar la piel. Protegerla del sol», https://enfamilia.aeped.es/prevencion/cuidar-piel-protegerla-sol