Los cólicos del lactante son un problema muy habitual en bebés de 0 a 3 meses… ¿Puede la alimentación de la madre influir en los cólicos si le está dando el pecho? ¿Es cierto que hay que evitar algunos alimentos durante la lactancia materna para que el bebé no tenga cólicos?
¿Qué son los cólicos y por qué se producen?
Los cólicos del lactante son un episodio de llanto repentino y duradero que se produce al menos 3 días a la semana desde la tercera semana de vida hasta los 3 meses, aproximadamente (la conocida regla del 3). Por lo tanto, no se puede decir que tu hijo padezca cólicos porque llore mucho un día, sino que deben darse esas condiciones para que se hable de cólicos del lactante.
En cuanto a su causa, no está muy clara, aunque los últimos estudios e investigaciones hablan de una combinación de varios factores: inmadurez del sistema digestivo, exceso de gases, sensibilidad a ciertas proteínas y estrés o cansancio al final del día.
¿Debemos evitar algunos alimentos para acabar con los cólicos del bebé?
Si le cuentas a tu madre, amigas u otros conocidos que tu bebé padece cólicos y estás dando el pecho, seguro que más de una te aconseja evitar ciertos alimentos en tu dieta para no pasarle gases al bebé a través de la leche materna, como coliflor, brócoli, legumbres, verduras de hoja verde… Pero lo cierto es que no hay ningún estudio que confirme que estos alimentos, que ciertamente pueden producir más gases en tu intestino, puedan hacer que la leche materna tenga más gases y que estos pasen al bebé.
De hecho, si lo piensas bien suena un poco rocambolesco ¿no? Y es que las legumbres o las verduras crucíferas causan gases porque contienen polisacáridos no absorbibles que pasan al intestino grueso, donde son fermentados por las bacterias que allí habitan, causando gases. Pero esos polisicáridos no pasan a la leche ya que, como hemos dicho, no son absorbibles. Y el gas tampoco pasa a la leche ni puede haber gas en la leche, por lo que no es cierto que pasemos gases a nuestro bebé a través de la leche materna.
Por lo tanto, no es necesario que dejes de comer este tipo de alimentos si tu hijo tiene cólicos ya que no conseguirás aliviar los gases ni las molestias, tan solo reducir tu dieta y evitar alimentos muy saludables.
Además, es importante que tu dieta sea variada durante la lactancia materna ya que sí se ha demostrado que los alimentos que la madre consume afectan al sabor de la leche materna, lo que permite que el bebé se acostumbre a diferentes sabores y, así, será más fácil introducir alimentos en su dieta cuando comience la alimentación complementaria, consiguiendo que acepte más sabores y que su dieta sea más variada. De hecho, el bebé debe estar acostumbrado a muchos de estos sabores de la dieta de la madre ya que, durante el embarazo, a través del líquido amniótico va conociendo distintos sabores.
Es especialmente importante que sigas comiendo aquellos alimentos que forman parte de tu dieta habitual para que el bebé se acostumbre a esos sabores, por muy fuertes que sean, y los tolere cuando comience a comer. Y es que es cierto que algunos alimentos, como el ajo o los espárragos, cambian el sabor de la leche, pero eso no tiene por qué ser malo o disgustar al bebé; al contrario, es beneficioso para él y ayuda a su desarrollo del sentido del gusto.
Cuando tomes este tipo de alimentos o alguno diferente de tu dieta habitual, observa la aceptación de tu bebé en la toma siguiente. Si rechaza el pecho por el sabor o está alterado, deja de tomarlo unos días y prueba más adelante. Si se confirma que no le gusta, no lo tomes en estos meses, aunque, como decíamos, es algo que no suele pasar ya que los bebés aceptan bien incluso los sabores más fuertes y suelen estar habituados a ellos desde la gestación.
Los únicos alimentos que se deben evitar si tu hijo tiene gases son los estimulantes y la leche de vaca. Entre los primeros encontramos la cafeína, la teína o el cacao que, al ser excitantes, pueden poner nervioso al bebé, lo cual puede aumentar los cólicos ya que el factor emocional es fundamental en su aparición. No se aconseja tomar más de 2 o 3 tazas al día durante la lactancia, pero puede ser menos si esta afecta a tu bebé y le altera.
En cuanto a la leche de vaca, contiene una serie de proteínas que son muy alergénicas y, si tu bebé tiene alergia a las proteínas de la leche de vaca (PLV), puede causarle problemas de digestión y llantos como los cólicos. Para saber si es el caso, deja de tomar lácteos y alimentos que contengan esta proteína durante dos semanas y, pasado ese tiempo, ve introduciéndolos en tu dieta gradualmente. Si no hay cambios en el bebé, no es ese el problema. Si deja de llorar al dejar de tomar lácteos y vuelve al llorar cuando los vuelves a consumir, debes consultárselo al pediatra para confirmar si tiene alergia a las proteínas de la leche de vaca, en cuyo caso deberás dejar de tomar esta leche durante la lactancia y ofrecer una leche especial a tu hijo cuando deje el pecho.
Tampoco debes consumir alcohol durante la lactancia, ya que pasa a la leche materna y puede causar problemas al bebé. Si quieres tomarte una cerveza, hazlo después de la última toma y asegúrate de que pasan al menos 3 horas para que el alcohol haya sido eliminado de la sangre.
Por lo tanto, no te culpes ni pienses que los cólicos del bebé son culpa tuya o de lo que estás comiendo y busca la mejor manera de consolarlo, ya que hay muchos trucos para aliviar los cólicos, como mecerlo, portear, seguir unas rutinas marcadas para favorecer su descanso y evitar el estrés, realizar masajes anticólico, darle calor en la tripita, etc.
Fuentes:
Alimentación durante la lactancia, https://www2.uned.es/pea-nutricion-y-dietetica-I/guia/PDF/Guia%20de%20Alimentacion%20y%20Salud%20-%20Lactancia.pdf
Recomendaciones Lactancia Materna de la AEPED, https://www.aeped.es/sites/default/files/recomendaciones_lm_26-1-2012.pdf