Extraer y conservar la leche materna para poder ofrecérsela al bebé posteriormente en biberón es muy útil para que la madre pueda descansar mejor, cuando se reincorpora al trabajo, si el bebé está cogiendo poco peso… ¿Sabes la forma correcta de llevar a cabo este proceso?
¿Por qué extraer leche materna?
La leche materna es el mejor alimento para la salud del bebé en los primeros 6 meses de vida, por eso se recomienda la lactancia materna exclusiva hasta esta edad. Sin embargo, la mamá no siempre puede darle el pecho directamente a su hijo y, en esos casos, se aconseja la extracción y conservación de la leche materna para poder ofrecérsela posteriormente al bebé en biberón.
Algunos de los motivos para extraerse la leche materna son:
- Reincorporación al trabajo tras la baja de maternidad. De esta forma, aunque la madre tenga que pasar varias horas al día lejos del peque desde los 4 meses, podrá seguir alimentándole con leche materna de manera exclusiva dos meses más.
- Enfermedad. En general, se puede dar el pecho al bebé, aunque se tenga un resfriado o alguna otra infección, pero con ciertas enfermedades, como herpes contagioso en el pezón o tomando ciertos medicamentos, no se puede dar el pecho, por lo que se aconseja interrumpir la lactancia hasta que se pueda retomar y, para que no deje de producir leche y el bebé siga disfrutando de sus ventajas, se puede extraer y conservar la leche.
- Bajo peso del bebé. Si el bebé no está ganando el suficiente peso, se puede optar por suplementar con leche materna.
- Mayor descanso de la madre. Si tu bebé es de los que duermen mal o de los que comen a todas horas, puedes extraerte y conservar leche materna para que alguna toma se la pueda dar el papá y, así, puedas descansar.
¿Cómo extraer la leche materna?
Para empezar, necesitas una serie de objetos para poder extraerte la leche y conservarla correctamente:
- Un extractor de leche, manual o eléctrico
- Recipientes de conservación con cierre hermético (tarritos, bolsas, biberones…)
Después, debes seguir los siguientes pasos:
- Lávate bien las manos y asegúratede que el material que vas a usar está limpio y esterilizado.
- Elige un sitio tranquilo y, a ser posible, cerca de tu bebé o con algún objeto que te recuerde a él para produciroxitocina, la hormona que estimula la eyección de leche.
- Hazte un masaje suave moviendo los dedos en dirección a la aréola para favorecer el flujo de leche.
- Existen diversos tipos de sacaleches: manuales,eléctricos, dobles… Tanto unos como otros imitan la succión del bebé para que se estimule la salida de la leche. Elige aquel que mejor se adapte a tus necesidades según la cantidad de leche que quieras sacar, el tiempo (los eléctricos son más rápidos), etc. Incluso puedes extraerte la leche a mano, pero es más complicado y requiere mucho tiempo.
- Cuando hayas acabado de recoger la cantidad que querías o si ves que tu pecho necesita un descanso, acaba.
¿Qué cantidad de leche debo extraer?
La cantidad de leche depende de tus necesidades, es decir, de la leche que necesites conservar para ofrecer al bebé. No obstante, no te agobies por sacar poca leche las primeras veces, es normal, ten en cuenta que la leche puede guardarse meses en el congelador, por lo que puedes ir sacándote gradualmente para ir teniendo una buena reserva.
Si la necesitas para volver al trabajo, por ejemplo, debes empezar a extraerte leche 3 semanas antes para ir practicando y guardando toda la que puedas.
Algunas mujeres pueden llenar un biberón con una sola extracción, mientras que otras pueden necesitar más. Lo importante es irla guardando en recipientes pequeños para no desperdiciar nada.
Después de siete a diez días de sesiones de extracción frecuentes (8 veces al día), la producción de leche materna diaria debería ser de 500 a 1.000 ml aproximadamente.
¿Cómo conservar la leche una vez extraída?
Como decíamos, la leche debe guardarse en recipientes especiales herméticos que deben cerrarse bien una vez hayas acabado de sacarte leche. La mayoría de los sacaleches ya vienen con sus propios recipientes que sirven para conservar la leche cuidando todas sus propiedades. También existen bolsas para almacenarla. O la puedes echar en el propio biberón si vas a usarla en las horas siguientes.
Después, no olvides etiquetar convenientemente cada recipiente con la fecha y la hora de extracción para saber hasta cuándo puedes conservarla.
La leche puedes guardarla en la nevera o en el congelador según cuándo quieras usarla. Almacenada en un envase hermético, y congelada a -18 °C, la leche puede conservarse durante 4 meses.
Mientras que en el refrigerador la leche puede aguantar hasta 5 días, aunque se aconseja usarla en los 2 o 3 días siguientes.
¿Cómo se debe descongelar la leche materna?
El proceso de descongelación también es muy importante para mantener las cualidades nutricionales de la leche y evitar que se estropee. La mejor forma es sacar el reciente que se va a usar y dejarlo descongelar lentamente en la nevera durante unas 6 horas. El recipiente debe situarse en la parte baja del refrigerador, a una temperatura de 4° C. Una vez descongelada la leche se conserva 24 horas fresca.
Si no dispones de mucho tiempo puedes recurrir a descongelar el contenido colocando el envase bajo el chorro de agua caliente o bien calentarlo al baño maría. Nunca emplees el microondas para este propósito, ya que calienta la leche en exceso destruyendo algunos nutrientes.
La leche descongelada puede refrigerarse para usarse posteriormente dentro de las 24 horas siguientes, pero nunca volver a congelarse.
Fuente:
Guía de lactancia materna, Asociación Española de Pediatría. http://www.aeped.es/sites/default/files/7-guia_baleares_esp.pdf