Los primeros días del bebé en la guardería pueden ser complicados y estar rodeados de llantos, gritos, problemas en casa… sobre todo si es el primer año de guardería de tu hijo. Para hacer más fácil este proceso echa un vistazo a estos consejos.
Qué esperar de los primeros días de guardería…
Los cambios siempre asustan y dan miedo, tanto a los bebés como a los adultos. Por eso, empezar en un sitio nuevo, que no conocen, con gente desconocida y sin comprender muy bien por qué sus padres los dejan ahí solos puede resultar complicado para los peques, pero también para los padres.
Incluso si tu hijo ya ha ido el curso pasado a la guardería, volver tras meses de vacaciones puede resultar complicado.
Obviamente, no es igual para todos los niños. A algunos les costará menos, depende de la edad, su personalidad, si ha ido o no antes a ese centro infantil y tiene recuerdos previos de su paso por allí… Pero, como nunca se sabe con seguridad cómo va a reaccionar un niño al empezar o volver a la guardería, por si acaso es mejor que te prepares para unos cuantos días de llanto, gritos, irritabilidad, desobediencia o incluso enfado, ya que el niño puede quedarse a gusto en la guardería, pero mostrarse enfadado cuando lo recoges.
Tranquilo, la adaptación suele durar unos pocos días y en seguida se quedará en la guardería contento y sin llorar. A algunos niños les cuesta más y pueden quedarse llorando durante las primeras semanas, pero lo normal es que dejen de llorar en cuanto te das la vuelta y entran a clase, así que no debes angustiarte. Habla con su educadora para salir de dudas y verás cómo no se pasa el día llorando en la escuela.
Por eso, el primer consejo y más importante es paciencia y tiempo. El peque necesita adaptarse, conocer el centro, a los profesores, las actividades… y darse cuenta de que es un sitio seguro y divertido donde juega con sus amigos, le cuidan y lo pasa bien. En cuanto sea consciente de ello, se quedará tan a gusto y acabarán los llantos.
¿Cómo ayudar al bebé a adaptarse antes a la guardería?
Para que estos días sean menos complicados para todos, tanto para el bebé como para vosotros, que también sufriréis al verle llorar y pedir que no quiere ir a la “guarde”, es importante que sigáis estos consejos:
- Antes de empezar la guardería, id juntos al centro para que lo conozca, vea cómo es, si es posible también por dentro e incluso que conozca su clase. Así verá que hay juguetes, patio y cosas muy divertidas y ya no le parecerá tan extraño cuando llegue el primer día. Y si es posible que conozca a su profesor, mejor aún, así no será un extraño para él.
- Haz la adaptación paulatina. Los primeros días es aconsejable que se quede solo una o dos horas y que, gradualmente, vaya aumentando el tiempo hasta quedarse en su horario definitivo. En algunos centros de educación dejan que uno de los dos progenitores se quede un rato con el bebé el primer día… así, se sentirá más seguro y le costará menos quedarse solo.
- Sé positivo y optimista. Cuando le dejes en la guardería, no debes ponerte triste ni echarte tú también a llorar o pensará que le dejas en un sitio malo y, desde luego, no querrá quedarse. Debes estar sonriendo y feliz diciéndole lo bien que lo va a pasar, por mucha pena que te dé. No puedes mostrarte ansioso o asustado o le transmitirás esas sensaciones negativas.
- Deja que lleve un objeto de apego con él, algo consensuado con la escuela infantil, como el chupete, un peluche, una mantita… Estos objetos ayudan al niño a sentirse a salvo y tranquilo.
- Acompáñale hasta la puerta y despídete con un beso, pero no prolongues la despedida. Cuanto más larga sea la despedida, más pensará el bebé que le estás abandonando y no vas a volver. Debes darle un beso, decirle adiós e irte, aunque se quede llorando y berreando. Ya se encargarán de calmarle sus profesores.
- Si ha estado acostándose y despertándose más tarde por los cambios de horarios veraniegos, no dejes para el último día acostarle antes ya que le costará dormir y se levantará con sueño, dificultando aún más el comienzo. Ve modificando sus horarios la semana previa para que, llegado el día, se despierte sin sueño y así vaya más contento a la guardería.
- Si tu hijo tiene más de 12 meses, puedes explicarle lo que va a hacer en la escuela y lo bien que lo va a pasar. Cuéntale todos los amigos que va a hacer, los cuentos y juegos que tendrá, todas las canciones y bailes que bailará… Haz que tenga ganas de ir a divertirse.
- En casa, en los días previos a empezar, puedes leerle libros o cuentos sobre niños que empiezan la guardería y se lo pasan muy bien para que comprenda mejor lo que va a pasar y vea que hay un final feliz. Es importante que la guardería sea lo menos desconocida posible para que no sienta tanto miedo y ansiedad. También podéis jugar a la escuela: tú puedes ser la profesora y él el alumno junto con otros muñecos o juguetes.
- Al recogerle el primer día, muéstrate muy feliz y orgulloso de lo bien que lo ha hecho e incluso podéis celebrarlo yendo al parque o tomando un helado. Así se sentirá orgulloso de sí mismo y con más ganas de volver.
Fuente:
Álava, Silvia (2016), Queremos que crezcan felices, Madrid, Actitud de Comunicación.