La alimentación del bebé es clave para su salud y desarrollo. Por eso, si le estás alimentando con lactancia mixta o biberón, debes saber cómo preparar correctamente este para evitar problemas como los gases, las regurgitaciones, un sueño intranquilo, etc.
¿Por qué es tan importante preparar correctamente el biberón?
Si alguna vez te has dicho «No duerme bien» o «Está inquieto, ¿tendrá cólicos?», vas a agradecer saber esto:
Preparar el biberón correctamente influye en el buen sueño de tu bebé
La alimentación y el descanso del bebé suelen ser nuestras principales preocupaciones. Sin embargo, a veces desconocemos que en la lactancia diferida, mixta o artificial, pueden influir, además del tipo de leche o la cantidad que toma, la forma en la que nuestro bebé se alimenta.
Si tu bebé traga aire durante la toma, puede tener una mala digestión. Una alimentación sin aire favorece la digestión, le ayuda a conciliar el sueño mejor y reduce patologías como los cólicos, gases o regurgitaciones.
Los recién nacidos tienen el sistema digestivo inmaduro por lo que debemos prestar mucha atención a su digestión y esto cobra especial importancia cuando usamos biberones. Por eso te compartimos estos consejos sobre cómo preparar el biberón correctamente.
Pasos para preparar el biberón
- Limpia y esteriliza
- Lávate las manos con agua y jabón antes de tocar ninguno de los utensilios y sécate con un paño limpio.
- Lava el biberón con agua y jabón antes de cada uso y después de cada toma con un cepillo especial para biberones. Usa un cepillo especial para el interior del biberón y otro para la tetina.
- Esteriliza el biberón y todos sus componentes para eliminar las bacterias, sobre todo si el bebé aún es pequeño (menor de 3 meses) o está resfriado o enfermo. También se debe esterilizar la primera vez que vaya a usarse.
- Puedes esterilizar en caliente con un aparato destinado a tal uso o hirviendo cada pieza un minuto en agua. También hay esterilizadores en frío con pastillas especiales.
- Prepara el agua y añade la leche
- Hierve el agua si es natural o caliéntala si es de mineralización débil, para ello puedes usar un calientabiberones.
- Añade los cacitos de leche en polvo. Consulta la información del fabricante de la leche de fórmula para determinar qué cantidad de agua y de cacitos necesitas para tu bebé. Si pones más agua de la indicada la mezcla quedará aguada y no alimentará bien al bebé; y si pones demasiada leche, puedes sobrecargar su sistema digestivo o causarle deshidratación.
- Hay que echar la cuchara al ras sin presionar. Usa solo la cuchara que viene con el envase, porque cada uno incorporará la cuchara del tamaño específico para esa leche concreta (aunque generalmente son 30 ml de agua por cucharada).
- ¡No agites la mezcla!
- Para mezclar, no es recomendable agitar el biberón, ya que al agitar se forman burbujas de aire que el bebé se tragará y le incomodarán.
- Remueve la mezcla con una cuchara o moviendo el biberón sin agitarlo como un rodillo entre las manos.
- Comprueba la temperatura
- Antes de ofrecérselo al bebé, comprueba que no está muy caliente ni muy frío. Para ello, puedes echarte unas gotitas en el interior del brazo, cerca de la muñeca. Si está caliente, déjalo enfriar bajo un chorro de agua fría. No eches agua fría dentro o se desestabilizará la mezcla.
- La toma debe estar tibia, no caliente.
- Después, ya puedes darle el biberón, colocándote siempre en una postura cómoda y tranquila para que la alimentación sea relajada.
¿Qué hacer con la leche sobrante?
Si el bebé no se ha acabado el biberón, no debes guardarla para más tarde ni mezclarla con leche preparada de nuevas para la siguiente toma.
La Organización Mundial de la Salud aconseja desechar las sobras y no guardarlas.
¿Puedo dejar preparado el biberón de la noche?
En general, se aconseja preparar el biberón en el momento en que vaya a darse, pero si quieres dejar el biberón de la noche para que sea más rápido ofrecérselo y no tardar tiempo en medio de la noche en limpiar, esterilizar, mezclar, etc. puedes hacerlo siempre que lo conserves en el refrigerador a menos de 5º C.
Cuando toque dárselo, sácalo de la nevera y caliéntalo en un calientabiberones o al baño María. No se aconseja hacerlo en microondas porque no caliente por igual y puede crear “bolsas calientes” que pueden quemar la boca del bebé. Agita para que la mezcla sea homogénea y comprueba la temperatura.
De igual modo, si quieres salir a pasear o de excursión y necesitas llevarte algún biberón, puedes llevarlo en una bolsa de conservación en frío y recalentar en tu destino o, si el paseo es más corto, llevar el agua en un termo caliente y aparte la leche en polvo para mezclarlo en el momento de la toma.