La lactancia materna es el mejor alimento para el bebé hasta los 6 meses de vida, pero, en ocasiones, no es posible ofrecer lactancia materna exclusiva o hace falta suplementar con biberón. El problema es que a muchos bebés les cuesta coger el biberón… ¿qué hacer en estos casos?
¿Por qué rechaza el biberón?
No siempre es posible ofrecer lactancia exclusiva hasta los 6 meses. Entre los motivos que llevan a usar el biberón encontramos la vuelta al trabajo de la madre, el destete, bajo peso del bebé, enfermedades maternas que impiden la lactancia, etc.
En estos casos, se puede recurrir a los biberones con leche materna, a la alimentación con biberón con leche de fórmula o a la lactancia mixta.
El problema es que la primera vez que intentas dar una toma a tu peque con biberón, este se niega, vuelve la cabeza, cierra la boca y se enfada cada vez más porque quiere comer, pero no del biberón. Y tú cada vez te pones más nerviosa, porque es necesario que aprenda a comer en biberón… ¡Tranquila! Hay muchos consejos que puedes seguir para lograr que tu bebé se alimente con biberón igual de bien que lo hacía al pecho.
Consejos para que el bebé no rechace el biberón
- Ten mucha paciencia. Todos los cambios llevan su tiempo. El bebé tiene que hacerse a un tipo diferente de alimentación, por lo que es normal que al principio le cueste. Sé paciente y empieza gradualmente y con tiempo. Si por ejemplo tienes que volver al trabajo, no pruebes a darle biberón el día de antes, hazlo un par de semanas antes.
- No te pongas nerviosa. Cuanto más nerviosa y estresada estés, más nervioso se pondrá el bebé. Ellos notan nuestro estado de ánimo, así que tienes que estar tranquila. Respira hondo y confía en que lo acabará cogiendo (ningún bebé se muere de hambre por no agarrar el biberón). Crea un ambiente relajado y nunca le obligues ni le metas el biberón a la fuerza.
- Las primeras veces, ofrécele el biberón tras una toma de pecho para que no tenga mucha hambre y no se ponga nervioso. De esta forma, se irá familiarizando con el biberón, la tetina, etc.
- Deja que pruebe otra persona de la familia. Si le das el biberón tú, es normal que lo rechace y se ponga nervioso, ya que sabe que el pecho está justo a su alcance y no entiende por qué no puede comer de él como siempre.
- Deja que juegue con la tetina y el biberón, que los coja, lo chupe, lo pruebe…
- Prueba con diferentes tetinas. Existen tetinas más similares al pecho materno y con un flujo de leche lento, para que la leche salga de manera más lenta y parecida a como sale la leche materna. Succionar el pecho cuesta más que el biberón, por lo que es mejor que le cueste un poco más y no salga un gran chorro de leche al colocarle, ya que no está acostumbrado y puede asustarse y atragantarse. Si usa chupete, prueba con una tetina similar a la del chupete.
- Coloca un poco de leche materna en la tetina.
- Cuida la postura al darle el biberón. Intenta cogerle de manera similar a como lo haces cuando le das el pecho.
- Comprueba que la temperatura de la leche es la adecuada. Es mejor que esté tibia, ni muy caliente ni muy fría, similar a la temperatura de la leche materna. No obstante, a algunos bebés les gusta más que esté un poco calentita. Prueba diferentes temperaturas a ver cuál le gusta más a tu hijo.
- Prueba diferentes leches de fórmula para lactantes. Puede que el problema no sea la tetina ni el biberón en sí, sino el sabor de la leche, que no es igual que el de la leche materna. Por eso, se aconseja probar con diferentes marcas de leche de fórmula. Incluso puedes probar con leche de fórmula de continuación a base de leche de cabra, una leche más natural, más digestiva y más parecida a la leche materna.
- Prueba en varios momentos del día diferentes. Por la mañana, después de la siesta, antes de dormir… A ver si en alguno de ellos está más receptivo. Lo importante es probar diferentes combinaciones de momentos, tetinas, biberones, leches… hasta dar con la que le guste a tu hijo.
- Si nada funciona y el niño ya tiene 5 meses, puedes probar a darle la leche en un vaso de entrenamiento. Si es más pequeño, podéis probar con una cuchara o jeringuilla para que vaya acostumbrándose.
- Si tiene 5 meses, puedes probar también a mezclar la leche con cereales sin gluten para que esté un poco más espesa y el sabor sea más agradable. Consulta antes a tu pediatra.
Sobre todo, ten paciencia y no te angusties, acabarás encontrando la forma y, además, los bebés son muy listos, si ven que no tienen más opción, acabarán cogiendo el biberón. De hambre no se va a morir.
Fuente: Stoppard, Dra. Miriam (2006), Padres primerizos, Barcelona, Pearson.