Desde el nacimiento hasta el alta, al neonato se le hacen una serie de pruebas para confirmar que su salud es correcta y que se adapta adecuadamente al nuevo ambiente. Descubre cuáles son para estar bien preparada.
Antes, al nacer se llevaban al bebé para lavarle, ponerle una pomada en los ojos, hacerle una serie de pruebas… ahora, se ha descubierto que lo más importante para el pequeño es hacer el piel con piel con su madre por lo que, siempre que no haya ningún problema, se colocará al peque encima de su mamá para favorecer la lactancia materna y el vínculo con su mamá. De hecho, ni siquiera se aconseja bañarle hasta que pasen 24 horas del parto, tan solo se le quitan un poco los restos de sangre y fluidos.
Además, se ha comprobado que el piel con piel ayuda al bebé a regular su temperatura corporal, tranquilizarse, reconocer su olor, etc. Y es ahí, en el pecho de su madre, donde se le hacen algunas de las primeras pruebas. El resto, se irán haciendo en los días siguientes, pero siempre en presencia de sus padres y sin separarle de ellos si no es necesario.
Test de Apgar
Se realiza al minuto de nacer y se repite a los 5 o 10 minutos para comprobar la adaptación del bebé a la vida fuera del útero. Se observan cinco parámetros y cada uno se puntúa de 0 a 2:
- Color de la piel: debe ser rosado.
- Frecuencia cardiaca: debe estar por encima de 100 latidos por minuto.
- Respiración.
- Actividad muscular: correcta flexión de brazos y piernas.
- Reflejos.
Si el bebé está adaptándose bien, tendrá una puntación total entre 8 y 10 en el primer minuto y un 10 en la segunda comprobación. Se considera normal que la primera puntuación sea más baja de 8 siempre que luego suba.
Si el test queda por debajo de 6, el bebé tiene problemas para adaptarse, por lo que deberá estar en observación o hacerle pruebas extra.
Peso, estatura y circunferencia cefálica
Antes de salir del paritorio para ir a la habitación, se comprueba el peso, la talla y la circunferencia cefálica del bebé para poder saber sus datos al nacer y así comprobar su crecimiento y desarrollo en los días siguientes. El peso normal está en torno a 3,3 kg, 49 o 50 cm y un perímetro de 35 cm. No obstante, puede estar por encima o por debajo sin que implique ningún problema.
Identificación y toma de huellas dactilares
Se toman las huellas dactilares del bebé y de la madre para evitar confusiones o cambios si es necesario separar al bebé de sus padres en algún momento. Además, al bebé se le coloca una pulsera en el tobillo y en la pinza del cordón con el mismo código que tiene la pulsera de registro de su madre.
Vitamina K y pomada oftalmológica
En la misma sala de parto (o en las primeras dos horas de vida), se administra al bebé una inyección con vitamina K para evitar problemas de coagulación y hemorragias.
También se le puede aplicar una pomada oftalmológica o colirio para prevenir la infección del gonococo y la conjuntivitis bacteriana neonatal.
Prueba del talón
Es una prueba de diagnóstico precoz que detecta enfermedades muy raras y graves, pero que mejoran con un diagnóstico temprano. Las enfermedades detectadas varían según la comunidad, pero las más habituales son hipotiroidismo congénito, hiperfenilalaninemia, hiperplasia suprarrenal congénita, fibrosis quística y fenilcentinuria.
Consiste en la extracción de unas gotas de sangre del talón del niño en una muestra única a las 48 horas de vida. Los resultados llegan a casa unos 15 días después. En caso de que alguna dé un resultado raro, se pueden volver a realizar las pruebas o realizar otras para confirmar el diagnóstico.
Cribado auditivo
Se le hace una prueba para ver si el bebé oye bien a las 24 horas de vida, aproximadamente. Consiste en colocar un auricular en cada oreja y tres electrodos en nuca, hombro y frente. Se emiten sonidos a diferentes volúmenes y se estudia la respuesta del pequeño. Detecta hipoacusia o sordera.
Exploración
Unas horas después del nacimiento y antes del alta se hace una exploración completa al bebé para detectar posibles malformaciones o problemas. El profesional de pediatría le ausculta, le explora los huesos para ver si tiene alguna malformación en las fontanelas, fracturas en las clavículas, displasia de cadera, palpa el abdomen y las ingles, observa los genitales externos, etc.
Además, se comprueba si tiene todos los reflejos innatos:
- Reflejo palmar: consiste en cerrar la palma de la mano al colocar un dedo en ella. Detecta anomalías en el desarrollo motriz.
- Reflejo de Moro: se coloca al bebé acostado sobre la espalda, sosteniendo la parte superior del cuerpo por los brazos (sin separarle de la superficie), luego se le sueltan los brazos repentinamente, sin dejar que la cabeza llegue a tocar la superficie. En ese momento, el niño, sobresaltado, abre los brazos y cierra los puños, para luego relajarse. La ausencia del reflejo de Moro en ambos lados sugiere daño en el cerebro, en la médula espinal, clavículas o nervios de cuello y hombros.
- Reflejo plantar: al tocar la planta del pie intenta cerrarla, parecido al reflejo palmar. Detecta también anomalías en el desarrollo motriz.
- Reflejo de Galant: con el niño bocabajo, se presionan puntos paralelos a la columna vertebral y el bebé debe curvar ligeramente la espalda y girarla hacia la dirección del estímulo. Detecta daños neurológicos.
- Reflejo de la marcha: al poner al bebé de pie sobre una superficie firme, hace movimientos como de marcha. Detecta también anomalías del desarrollo motriz.
- Reflejo de succión: al acariciar la mejilla del bebé, gira su cabeza hacia ese lado y comienza a succionar. Detecta problemas en el desarrollo psicomotriz.
Fuentes:
Ajram, Dr. Jamil, Tarés, Dra. Rosa María (2005), El primer año de tu hijo, Barcelona, Ed. Planeta.
Blog EnFamilia de la AEP: «¿Qué es el cribado neonatal o prueba del talón?», https://enfamilia.aeped.es/edades-etapas/que-es-cribado-neonatal-prueba-talon