El octavo mes de embarazo va de la semana 31 a la 35 y supone las últimas semanas antes de que el bebé esté a término y pueda nacer. En estas semanas se hacen las últimas pruebas, así que debes empezar a prepararte para el momento del parto.
Cambios en la mujer en el octavo mes de embarazo
El útero no para de crecer a medida que el bebé sigue engordando y cogiendo peso, lo que hace que cada vez te sientas más molesta, cansada y te cueste más subir escaleras, andar rápido, respirar o dormir ya que el pequeño apenas tiene espacio dentro de ti y presiona tus pulmones, tu estómago, tu vejiga…
Las contracciones de Braxton Hicks se vuelven cada vez más molestas y frecuentes, pero todavía ceden si te sientas o descansas.
Lo normal es que el bebé no nazca hasta pasada la semana 37, pero puede adelantarse, así que debes estar atenta a las señales que indican un parto prematuro, como pérdida de líquido amniótico, contracciones regulares cada vez más intensas o sangrado vaginal abundante. Ante estas señales, debes ir a urgencias.
Otra molestia habitual en estas últimas semanas de gestación es el síndrome del túnel carpiano, un molesto cosquilleo, hormigueo y dolor que se nota en la mano, sobre todo al dormir, debido a la inflamación de los tejidos de la muñeca, que presionan los nervios que pasan por este túnel, causando estas molestias que pueden aliviarse con masajes y una muñequera y que desaparecen tras el parto.
También es posible que experimentes una erupción de manchas rojas pruriginosas por el abdomen, glúteos y piernas, llamada erupción polimorfa del embarazo (PEP), que no es peligrosa.
Puedes notar calambres en las piernas y dolores de espalda y se te pueden hinchar los pies y las manos. Para prevenir los calambres, estira los gemelos antes de acostarte y masajea suavemente la zona con movimientos hacia abajo.
También es posible que notes cómo salen unas gotitas de leche de tus pezones, es el calostro que comienzan a secretarse para cuando nazca el bebé.
El aumento de la circulación sanguínea puede dilatar las venas del ano, lo que provoca dolor o picor, apareciendo las hemorroides, muy comunes en el embarazo. Toma mucha fibra, bebe agua y haz ejercicio para evitar su aparición.
¿Cómo es el desarrollo del feto en el octavo mes de embarazo?
El lanugo desaparece de su piel en estas semanas y puede salirle pelo en la cabeza, aunque no todos los bebés nacen con él.
Su piel ya está rosada y tiene menos pliegues ya que va ganando peso. Pesa entre 2,2 y 2,5 kilos y mide unos 45 cm.
Absorbe mucho calcio y se van endureciendo algunos huesos, aunque los de la cabeza siguen blandos para que pueda salir sin problemas por el canal de parto.
El sistema respiratorio termina de madurar al final de la semana 35, por lo que ya podría respirar sin problemas fuera del útero. Su sistema digestivo y sus riñones también están preparados para funcionar por sí solos.
Los sentidos que se han ido formando durante los 8 meses de embarazo están ahora desarrollados casi en su totalidad. El oído funciona perfectamente y sus ojos también distinguen cambios de luz.
En estas semanas recibe anticuerpos que lo protegerán de posibles enfermedades en sus primeras semanas de vida.
Su cerebro está totalmente formado.
Consejos para cuidarse en el octavo mes de embarazo
Si sigues trabajando, es posible que te encuentres ya muy cansada y te cueste aguantar la jornada, por lo que puede que vaya siendo un buen momento para pedir la baja y descansar en estas últimas semanas antes del parto.
Hacia la semana 34 se aconseja preparar la maleta para el hospital, así como el plan de parto que puedes realizar con tu ginecólogo para que quede bien claro cómo quieres que se desarrolle el parto si no hay ningún problema.
Al tener menos sitio para tu estómago, es normal que sientas ardores y te llenes enseguida, así que procura hacer comidas ligeras y saludables cada 3 horas y no comer en exceso.
Aunque estés cansada, no dejes de hacer ejercicio ya que te ayudará a estar mejor preparada para el parto. Pilates, ejercicios con la pelota, caminar o nadar pueden ayudarte a sentirte mejor.
Desde la semana 33 se aconseja hacerse un masaje perineal con aceite de rosa de mosqueta que ayuda a flexibilizar y estirar los músculos del periné, lo que puede evitar una episiotomía y desgarros vaginales. Debes hacerlo 5 días a la semana durante unos 10 minutos.
Pruebas médicas en el octavo mes de embarazo
Hacia la semana 30 te harán los análisis de sangre y orina del tercer trimestre para comprobar que todo sigue su curso normal.
En la semana 32 se hace la tercera ecografía del embarazo que sirve para detectar posibles malformaciones que no se hubieran detectado antes, valorar si el tamaño del feto es acorde para su edad gestacional o tiene bajo peso y comprobar si ya se ha colocado en posición cefálica, la ideal para nacer. Además, se comprueba si el nivel de líquido amniótico es adecuado y si la placenta ha envejecido prematuramente o está bien, así como su situación.
Y en la semana 34 o 35 te harán el exudado vaginal o frotis para comprobar si tienes la bacteria estreptococo del grupo B (GBS), una bacteria que se tiene de forma habitual en esta zona y que no es malo para la mujer, pero puede serlo para el bebé si se contagia al salir por el canal de parto. Si se confirma que tienes esta bacteria, el día del parto te administrarán un antibiótico para evitar la transmisión al bebé.
También puedes tener ya la visita al anestesista por si es necesario usar anestesia durante el parto.
Fuentes:
Blott, Maggie (2015), Tu embarazo día a día, Barcelona, Ed. Planeta.