Cuidar tus senos de manera adecuada mientras estás con la lactancia materna te ayudará a evitar grietas, dolores, infecciones y otros problemas que pueden surgir en estos meses.
Consejos para cuidar tus pechos durante la lactancia
Durante el embarazo los pechos cambian para prepararse para la lactancia materna y, una vez se produce el parto y la subida de la leche, hay nuevos cambios que implican una serie de cuidados para evitar molestias y daños en los senos.
- Lávate bien las manos antes de tocarte los pechos para evitar posibles patógenos que puedan causar infecciones si hay alguna herida o grieta en los pechos o los pezones.
- Para evitar o curar las grietas que suelen aparecer en los primeros días, nada mejor que aplicar unas gotas de leche materna después de cada toma.
- Siempre que puedas, deja tus pechos al aire para que estén libres y evitar heridas o grietas.
- Hidrata bien tus senos después de la ducha para evitar la aparición de estrías e irritaciones, normales cuando los pechos experimentan un aumento tan grande como el que se produce con la subida de la leche y en las primeras semanas de lactancia. Este estiramiento de la piel puede causar sequedad y picor y mantener la piel hidratada puede ayudarte a evitar esto.
- Es importante mantener la higiene de los senos, pero tampoco hay que lavarlos demasiado o retirarás la capa protectora de la piel. Con una ducha al día es suficiente. Evita jabones fuertes o que contengan alcohol; elige uno con pH neutro.
- Usa un sostén de lactancia fabricado con fibras naturales como el algodón que dejen transpirar tu piel. Debe ser de tu talla y no estar apretado. Y lávalo a menudo ya que se manchan mucho de leche.
- Si se te sale mucho la leche entre una toma y otra, usa almohadillas protectoras o discos absorbentes para mantener el pecho seco, ya que la humedad favorece la proliferación bacteriana y la consecuente infección.
- Asegura el enganche correcto del bebé ya que un mal agarre favorece la aparición de grietas e infecciones.
- Exfolia la piel del pecho cada 10 días para eliminar las células muertas y regenerar la piel. Recuerda no exfoliar nunca la piel del pezón.
- Sigue una dieta sana y equilibrada rica en alimentos con nutrientes como las frutas, las verduras, los cereales integrales, las carnes, los pescados, el aceite de oliva… que te ayuden a evitar el cansancio propio de estos meses.
- Bebe al menos 2,5 litros de agua para mantenerte hidratada por dentro y por fuera. Durante la lactancia se necesitan muchos líquidos para favorecer la producción de leche y evitar la deshidratación.
- Camina bien erguida y evita echarte hacia delante.
- Date masajes en los senos, sobre todo antes de la toma, en dirección hacia el pezón para evitar obstrucciones. Eso sí, nada de masajes enérgicos, sé cuidadosa.
- No te saltes ninguna toma y si el bebé no vacía bien algún pecho, usa un sacaleches para evitar ingurgitaciones.
- Cambia el pecho por el que empiezas en cada toma para que vaya vaciando cada vez uno y produzcan la misma cantidad.
- Existen muchas posturas diferentes para dar el pecho: rugby, acostada de lado, con el bebé hacia atrás, colocándolo paralelo al pecho… ninguna es mejor que otra, debes buscar aquella que favorece el agarre del bebé y tu comodidad para evitar dolores de espalda y una succión inadecuada que cree grietas o heridas en el pezón.
Ejercicios para el pecho
Es conveniente que hagas ejercicios para mantener la musculatura del pecho y evitar la flacidez y la caída. Algunos ejercicios que puedes hacer son:
- Extiende los brazos y haz movimientos circulares con ellos hacia delante y hacia detrás.
- Coge una pelota de tenis o similar, ponla a la altura del pecho y apriétala con ambas manos. También puedes hacerlo sin pelota, apretando las palmas una contra otra.
- Eleva los hombros hacia las orejas y mantenlos así un minuto.
- Si tienes pesas, puedes usarlas también para hacer diferentes ejercicios. No hace falta que sean muy pesadas (mejor empezar por medio kilo). Eleva los brazos hasta los hombros y repite 15 veces. Dobla el antebrazo por el codo y repite 15 veces.
¿Cuándo hay que acudir al médico?
Si notas los siguientes síntomas, debes acudir al médico ya que pueden indicar mastitis, obstrucción, infección, etc.:
- Fiebre
- Escalofríos
- Cansancio excesivo
- Senos rojos, inflamados, duros y calientes al tacto
- Mucho dolor en el seno o el pezón
- Congestión mamaria que no mejora en 24 horas
- Pezones secos, agrietados y/o sangrantes que no mejoran en unos días
Fuente:
Guía de lactancia materna, Asociación Española de Pediatría. http://www.aeped.es/sites/default/files/7-guia_baleares_esp.pdf