El quinto mes de embarazo va de la semana 18 a la 21 y forma parte todavía del segundo trimestre de gestación. En este mes comienzan a notarse las pataditas del bebé, la tripa sigue aumentando de volumen y se realiza la ecografía morfológica, fundamental para saber si el bebé se ha formado correctamente.
Cambios en la mujer en el quinto mes de embarazo
En este mes es habitual que comiencen los ardores, un trastorno digestivo causado por los cambios hormonales que ralentizan la digestión, haciendo que los ácidos que ayudan a digerir la comida asciendan por el esófago, causando esta molestia. Procura comer cada 2 o 3 horas de forma ligera y alimentos que no sean muy fuertes o picantes.
Además, el bebé comienza a coger peso de manera más acelerada, lo que hace que aumente el volumen de tu útero, dejando menos espacio para el estómago, lo que también puede causar estreñimiento. Aumenta el consumo de fibra en tu dieta para evitar este problema ya que aumenta el riesgo de hemorroides, habituales en el embarazo.
La cima de tu útero está en el ombligo y, desde esta semana, crece un centímetro a la semana. El ombligo puede salirse hacia fuera, pero volverá a su posición original tras el parto.
Es normal que engordes en este mes entre 3 y 5 kilos, lo que puede provocarte cansancio, hinchazón de piernas y tobillos, fatiga al subir cuestas o escaleras… Tómate las cosas con calma y eleva las piernas siempre que puedas para favorecer la circulación.
Las glándulas mamarias comienzan a prepararse para producir leche, por lo que los senos crecerán más y las aréolas se tornarán más oscuras. Cómprate un sujetador cómodo apropiado para tu nueva talla.
La hormona relaxina relaja todos los ligamentos, lo que aumenta el riesgo de padecer ciática, un dolor que comienza en la parte baja de la espalda y continúa por la pierna hasta el pie. Es muy incómodo y doloroso, pero puede tratarse. También puedes sufrir lumbalgia, dolor en la parte baja de la espalda, en la zona del lumbago.
Los calambres en las piernas, sobre todo por la noche, también son muy frecuentes debido al aumento de volumen sanguíneo.
Todo esto puede hacer que te cueste dormir y encontrar una postura cómoda en la cama. Puedes usar varias almohadas en la espalda y entre las piernas para estar más cómoda. Recuerda que se aconseja dormir sobre el lado izquierdo para evitar que el peso del útero comprima la vena cava y cause el síndrome de hipotensión supina.
Por último, es frecuente que, desde la semana 20, comiences a notar las contracciones de Braxton Hicks, una sensación de que la tripa se pone muy dura durante unos segundos y luego se relaja. Estas contracciones se distinguen por ser irregulares, esporádicas y de baja intensidad, sin causar dolor. No te preocupes, son totalmente normales e indican que el útero comienza a prepararse para el parto, aunque no todas las mujeres las notan. Es normal que las notes al final del día y después de hacer ejercicio o mantener relaciones sexuales.
¿Cómo es el desarrollo del feto en el quinto mes de embarazo?
Al final de este mes el feto mide unos 25 cm y pesa en torno a los 400 gramos. Le falta muy poco para ser viable y poder sobrevivir fuera del útero, aunque lo haría con muchos problemas.
Los ojos todavía son demasiado grandes y la cara sigue un poco alargada. Su piel es menos traslúcida.
Sus órganos siguen su desarrollo y maduración y en el corazón aparecen las 4 cámaras bien delimitadas (dos aurículas y 2 ventrículos).
El bebé se mueve por todo el útero y todavía no ha adquirido una posición definitiva. Estos movimientos se pueden empezar a notar por la madre, un momento maravilloso y único que suele llegar hacia la semana 20, aunque puede ser antes o después según el peso de la madre, la posición de la placenta, si es primeriza o no, el tamaño y el movimiento del bebé, etc. Por eso, no debes preocuparte si todavía no lo notas, no significa nada malo.
En esta semana se forma el vérnix caseoso, una sustancia grasosa que recubre el cuerpo del bebé para protegerlo del ambiente líquido en el que vive.
La placenta aumenta de tamaño y adquiere más vasos sanguíneos para suministrar al bebé el oxígeno y el alimento que necesita para seguir creciendo.
El bebé ya puede bostezar, chuparse el dedo, hacer gestos faciales o tener hipo, dado que su sistema digestivo ya funciona y empieza a tragar líquido amniótico que luego expulsa de nuevo a través de la orina.
Sus cuerdas vocales se han formado y ya podría llorar y emitir ruidos.
Los huesos del oído interno y la mayoría de terminaciones nerviosas del cerebro están ya desarrolladas, por lo que puede escuchar sonidos del exterior del útero materno. Comienza a hablarle, cantarle y ponerle música para fomentar su desarrollo y estimular su cerebro y sus sentidos.
Empieza a producir meconio, una sustancia negra, pegajosa, formada por la secreción digestiva y la ingesta del fluido amniótico, que expulsará al poco de nacer. Al final del mes también inicia su actividad el páncreas para producir su propia insulina.
Consejos para cuidarse en el quinto mes de embarazo
Sigue cuidando tu alimentación para evitar trastornos digestivos como los ardores o el estreñimiento, bebe mucha agua y evita los alimentos muy grasos o dulces para no coger más peso del indicado.
El ejercicio físico puede ayudarte a estar en forma, no coger muchos kilos y evitar problemas como los dolores de espalda. Salir a caminar, nadar, yoga o pilates para embarazada son algunos deportes adecuados en este momento.
Una vez pase la ecografía de la semana 20 y te confirmen que todo va bien, puedes empezar a preparar el ajuar del bebé, pensar su nombre una vez que sepáis el sexo y apuntarte a las clases de preparación al parto, que se aconseja hacer entre la semana 24 y la 32.
Pruebas en el quinto mes de embarazo
La prueba principal de este mes es la ecografía morfológica o eco de la semana 20, que se lleva a cabo en esta semana, aunque puede hacerse entre la 19 y la 21.
En esta ecografía se comprueba si todos los órganos del bebé se han formado correctamente y no hay ninguna malformación. También se observa la posición de la placenta por si hubiera placenta previa, el estado del cordón umbilical, la edad gestacional del feto, su peso, su movimiento y frecuencia cardiaca, la cantidad de líquido amniótico que hay y su sexo.
Fuente:
Huggins-Cooper, Lynn (2005), Maravillosamente embarazada, Madrid, Ed, Nowtilus.
Regan, Lesley (2015), Tu embarazo semana a semana, Madrid, Ed. DK.
Blott, Maggie (2015), Tu embarazo día a día, Barcelona, Ed. Planeta.