Las frutas son uno de los primeros alimentos que se ofrecen a los bebés desde los 6 meses ya que le aportan muchos nutrientes esenciales y, además, suelen ser muy bien aceptadas por ellos. ¿Qué frutas hay que darle primero? ¿Cómo ofrecérselas?
- ¿A qué edad introducir las frutas en la dieta del bebé?
Hasta los 6 meses, la alimentación del bebé debe ser lactancia exclusiva, ya sea materna, la más recomendada, mixta o solo de fórmula. Esto es así porque, hasta esa edad, su estómago no está preparado para aceptar otros alimentos y, además, conserva el reflejo de extrusión, que le hace escupir todo aquello que no sea líquido.
Sin embargo, desde los 6 meses la leche no es suficiente para cubrir las necesidades del bebé de ciertos nutrientes, como el hierro, por lo que se empieza con la alimentación complementaria. Esto significa que la leche sigue siendo su alimento principal en los siguientes meses, pero el bebé comienza a probar nuevos alimentos como verduras, carne, pescado o frutas.
Por lo tanto, las frutas se empiezan a introducir en la dieta del bebé con 6 meses y, de hecho, suele ser el primer alimento que se le ofrece.
No obstante, será tu profesional de pediatría quien te indique cuándo empezar.
- ¿Qué primeras frutas son las más recomendadas para el bebé?
Hasta hace unos años, se aconsejaba no ofrecer ciertas frutas hasta los 12 meses, como los frutos rojos, la piña o el kiwi. Los consejos de la Asociación Española de Pediatría han cambiado en los últimos años y, actualmente, se puede ofrecer cualquier fruta al bebé desde los 6 meses ya que se ha comprobado que retrasar la introducción de las frutas más alergénicas no ayuda a evitar el desarrollo de alergias.
Por lo tanto, puedes empezar con cualquier fruta, pero lo habitual es comenzar por aquellas más suaves y fáciles de digerir, con un sabor dulce y fácil de aceptar como la manzana, la pera y el plátano.
Después, puedes ir introduciendo el resto de las frutas como naranja, mandarina, fresas, sandía, melón, ciruela, uvas, mango, cerezas, melocotón…
Algunas frutas, como la uva, la sandía, el kiwi o la ciruela pueden ser más ácidas y por eso se comienzan a incorporar más tarde.
Elige siempre frutas de temporada y recuerda que debes dejar pasar al menos 3 días entre la introducción de un nuevo alimento y otro por si surgen reacciones alérgicas saber qué alimento es el responsable de las mismas. Algunas reacciones aparecen al momento y otras unas horas después, por eso hay que esperar al menos 72 horas.
- ¿Cómo se introducen las frutas en la dieta del bebé?
Existen dos formas principales de introducir la fruta en la dieta del bebé: en papillas o en trocitos. Ambas formas no son excluyentes y pueden irse alternando o dar primero papillas y, en cuanto el bebé coma mejor trocitos, ir abandonando las papillas.
Ninguna forma es mejor que otra, la elección depende de los papás y de la capacidad del bebé para masticar y tragar. Obviamente, si has elegido el Baby Led Weaning para introducir la alimentación complementaria, solo le darás trocitos.
- Consejos para introducir la fruta en la dieta del bebé
- Elige piezas de fruta maduras para que sean más dulces y fáciles de digerir.
- Si optas por las papillas, puedes mezclar la fruta con leche materna o de fórmula o zumo de naranja para que resulte más agradable y fácil de tragar.
- Algunos bebés prefieren la fruta un poco templada. Puedes tenerla fuera de la nevera o calentarla un poco al baño María.
- Nunca eches azúcar a las papillas o a los trozos de fruta.
- Si le das trozos de fruta, estos deben ser algo más grandes que el puño de tu bebé, de ese modo podrá sujetarlo bien y comer o chupar la parte que sobresalga.
- En el Baby Led Weaning se debe evitar al principio algunas frutas más peligrosas como la manzana o las uvas, ya que tienen mucho riesgo de atragantamiento. Puedes ofrecérselas en trocitos o cocida. Además, el bebé encontrarse en una posición erguida y bien sentado, en ningún caso recostado. También se aconseja mantener al pequeño vigilado en todo momento mientras está comiendo. Una buena opción para los primeros días es usar un alimentador antiahogo para que vaya chupando y saboreando la fruta.
- Si tu bebé rechaza la fruta, prueba a dársela en zumo, batido, compota, asada, gachas… y prueba diversas frutas. Recuerda que la fruta es esencial en una alimentación sana y equilibrada por su gran aporta de vitaminas, minerales, fibra y agua, por lo que debe formar parte de la dieta diaria de tu pequeño.
- Si optas por las papillas, debes ir haciendo la textura cada vez más gruesa y semisólida. Se aconseja comenzar con texturas grumosas entre los 8 y 9 meses como muy tarde. Se ha comprobado que los niños que empiezan a ingerir este tipo de texturas más allá de los 9 meses pueden tener problemas de de alimentación a largo plazo y un escaso consumo de frutas y verduras.
Fuente:
Guía de Alimentación complementaria de la AEP: https://www.aeped.es/sites/default/files/documentos/recomendaciones_aep_sobre_alimentacio_n_complementaria_nov2018_v3_final.pdf